Transformarse en una sombra puede ser algo tedioso.
A veces uno cree ser el que hace la sombra, otras veces la sombra, otras veces ninguno y se es aire y casi como la luz por así decirlo.
Después uno odia , y uno quiere cosas, y le gustan otras, pero se da cuenta que eran gustos cambiados, que eran los otros, y que no son y se da cuenta que la sombra se confundió, y creyó que todo esto conformaba su ser. y creyó dejar de ser sombra.
pero..NO HAY NADA
Esque era una mera sombra todo,
una pobre persona, en un pobre piso a contraluz
12/4/13
10/4/13
cientotres
En la asombrosa falda de la magnificente Cordillera de los
Andes, existe una variada flora color grisácea que suele crecer
exponencialmente en la medida que su fauna aumenta. En ella podemos encontrar
diferentes especies de seres humanos; mientras algunos benevolentes intentan
convivir entre ellos, otros mantienen su vigilia constante ante cualquiera que
le aceche, interfiera en su destino o perturbe su espacio, el cuál mientras más
especias de flora grisácea posea, más ensancha su pecho y su necesidad de
aislarse del resto. La otra especie, tiene un aspecto triste y lúgubre, y
pareciera que aunque está acompañado, su esperanza de convivir se agota
paulatinamente.
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